Frontera entre los dos mundos

Continuando su viaje, notó cómo el clima invernal iba desapareciendo para ser reemplazado por uno más cálido, un matiz en verde comenzaba a adornar los árboles que, poco a poco, se iban tornando frondozos e imponentes, parecía que ella venía del límite del mundo para acercarse a ese característico Ecuador donde el calor extremo es inminente, por supuesto que no era así en la región en la que se encontraba actualmente, pero tal impresión inundaba sus sentidos.

El olor al cambio fue percibido con claridad por su olfato, percatándose de que su destino estaba cerca, aquella frontera que había estado buscando no se encontraba muy lejos. Con pasos minúsculos, avanzaba hacia aquel portal de luminiscencia casi celestial para quedar de frente a él y admirarlo, de alguna u otra manera, aquel puente que unía dos mundos completamente diferentes siempre conseguía robar un suave suspiro de sus labios, era algo que no podía ser evitado.

-La tierra de dragones está del otro lado...—pronunció a penas audible, más que nada para recordárselo a ella misma y para tomar en cuenta la decisión de atravezar o no tal frontera.

El crujir de la hierba y algunas ramas secas fueron señales inequívocas de que ya no estaba sola en aquel terreno antiguamente solitario. Ocultó su presencia con una perfección casi irreal y se ocultó entre las sombras para poder analizar al individuo que se encontraba a tan corta distancia de donde ella estaba.

-Aquí debe de ser, este es el portal que tanto busco—escuchó que una suave voz pronunciaba, una voz que, en cierta medida le provocó escalofríos sin saber exactamente porqué, no era miedo, pocas cosas la atemorizaban, tampoco era emoción, no sentía excitación alguna... entonces, ¿qué era ese sentimiento? Claramente aquel ser no era alguien ordinario, tampoco alguien común, era un ser que iba más allá de lo que su mente podía imaginar.

A penas si respiraba con tal de no provocar la más leve corriente de aire ni cambio climático que la delatara, el huir no era del todo una gran opción y el enfrentamiento era en definitiva absurdo, el charlar no se encontraba entre sus planes como solitario y el esperar parecía el único camino que le quedaba por llevar.

-Quiero saber qué será lo que encuentre ahora...—el sentimiento de haber sido descubierta alertó sus sentidos, el ocultar su presencia se tornó más complicado y la adrenalina claramente circulaba por su sangre en cantidades cada vez mayores, sin embargo, la experiencia le indicaba que esperara, que esperara hasta el momento final, a fin de cuentas, aún no era el momento de que ella moviera su pieza en este juego de ajedrez— Abuelo, ¿acaso tú planeaste todo esto? El plan parece ser perfecto, a cualquier lado que voy, cuanquier lugar donde me encuentre una pieza de mi rompecabezas se une para desifrar más pronto este enigma.

Y entonces se dio cuenta de qué clase de esencia se encontraba frente a ella justo cuando una esencia sumamente oscura llenaba cada poro de su piel, completamente diferente al aura celestial que llenó de calidez sus sentidos, esta energía era distina, lo contrario, temible, negra, y... al mismo tiempo, no sentía aires de peligro... al menos no todavía.

-“Tengo que esperar un poco más... sólo un poco más...”—pensaba para sí misma mientras relajaba su cuerpo tanto como se le era posible y analizaba sus rutas de escape, y el cómo se desarrollaría un combate contra aquel ser, se preguntaba internamente cuánto daño sería capaz de causarle al liberar toda su poder— “No... este no es el lugar para un combate de tal magnitud...”—sus sentidos se mantenían agudos, su aura apagada, y su cuerpo relajado, aquella mentalidad fría le estaba ayudando.

-Te equivocas—pronunció con firmeza y una voz tierna, tan tierna que no podía coincidir con su pasado—, sólo los demonios de bajo rango son aquellos cuyas mentes se nublan con facilidad ante la ira y los vicios carnales, aquellos seres demoníacos que son realmente peligrosos y de tener cuidado son totalmente diferentes—sus ojos brillaron en metal, permitiéndose, al instante, avanzar un par de pasos dejando que la luz de la luna iluminara su figura por completo—, son seres como tú—sus ojos escanearon ya por completo a su interlocutor, detallando en cada porción de su figura, recordando, analizando, y al mismo tiempo, teniendo en cuenta su propio estado de debilidad en aquel cuerpo—, astutos, poderosos, influyentes... legendarios...

No sabía por qué permitió que la observara, en trescientos años ningún ser con consciencia propia había sido capaz de admirar si quiera su sombra y de repente aquel demonio tenía el privilegio de obtener unas palabras de sus labios. Ese ser debía de ser más importante de lo que esperaba, ya que, al tener un contacto más directo con su aura, el cristal en su pecho comenzó a arder, incrementando su presencia dentro del cuerpo de la chica mientras la misma la suprimía tan discretamente como se le era posible.

-¿Quién eres tú?—un poco de esperanza se vio reflejado en su rostro al mismo tiempo en que la precaución se hacía presente, si aquel ser frente a ella era capaz de tener alguna clase de influencia para con su propia maldición, probablemente podría llegar a ayudarla a deshacerse de ella, el costo no tendría mucha importancia ya que no tiene la gran cosa por perder.

Guardó silencio por un tiempo que pareció durar una eternidad, si en sí no conocía en carne propia el estado de shock, aquella presentación le había causado una impresión similar. ¿Había oido bien? ¿El nieto de Lucy? Jamás en toda su existencia llegó a si quiera imaginarse en encontrar algo similar. El tono burlón del sujeto, su manera de hablar, su expresión erróneamente generalizada, todo ello lo dejó pasar por alto gracias a su abuelo.

-Jajajaja... bueno... ya era tiempo que me tocara ver algo como esto—sonrió sinceramente, el dolor continuaba presente en su pecho pero era más fácil de tolerar, aquella distracción era lo suficientemente buena para ello—. Entonces... es mi turno de presentarme—una magnífica elocuencia adornaba sus palabras, detalle extraño pero relajante, la atmósfera le recordaba la sensación de encontrarse con un viejo amigo que no veía desde hace mucho tiempo atrás—, mi nombre es Wind Eiskald, dragón azul—se detuvo unos momentos recordando aquel sobrenombre con el que la bautizaron el día en que perdió a su maestro, “der Titan”, y decidió no traerlo al presente—; no sé si debo o no realizar una reverencia ante... ¿ti? ¿Puedo hablarte de manera informal?

Notó claramente la cercanía del demonio, notó sus gestos, sus facciones, sus movimientos, su ritmo, el que se creyera superior era algo que aprovecharía bastante bien; a la vez, deseaba apresurar nada, aquella charla seguramente quedaría grabada eternamente en su memoria y no permitiría que ese dolor se interpusiera en ello. El haber encontrado a un ser tan potencialmente interesante debía ser señal de algo.

Una joven peliblanca se acercaba con paso calmado hacia donde estaban ambos personajes, pues habia sido enviada al lugar por su ama, sus vestiduras eran negras a diferencia de las siempre blancas de su ama, tenia unas peinetas en formas de murcielago y una cadena cortada en su tobillo izquierdo. Al llegar vio una escena interesante pues no pensaba encontrarlos en el mismo lugar a ambos o conversando, nunca habia visto algo asi ya que habia presenciado muchos encuentros entre muchos de diferentes especies y siempre habia enfrentamientos.
Al llegar se dejo notar por ambos ya que solo era una mensajera, al hacerlo simplemente se detuvo frente a ambos y realizo una reverencia ante los mismos. Los miro por un momento y luego abrio sus labios, no habia hablado mucho en su vida pues siempre se comunicaba mentalmente con la Diosa asi que aun le costaba pronunciar palabra.

Luego de ya 3 intentos, en un literal ''la tercera es la vencida'' la peliblanca comenzo a hablar.

He venido a recibirles... Mi ama me ha enviado, mi nombre es Ka...Kagami.

Nuevamente realizo una reverencia, y espero respuesta ante los invitados que pronto entrarian al portal.

Llegó un punto crítico en la conversación en la que sintió ser atravezada por una lanza a la altura del cristal en su pecho justo cuando los labios del demonio tocaron la piel desnuda del dorso de su mano, su cuerpo fue atravezado por una rápida onda de dolor, tan veloz que ni si quiera fui capaz de procesarla por completo, sólo supe que estuvo ahí y que no fue nada agradable.

A lo largo de sus palabras, sentí como su cuerpo iba cambiando, todo lentamente, como si deseara darme el placer de ver el espectáculo de su dominio sobre su cuerpo, sobre su esencia, sobre su entera existencia, de manera extraña, conforme él cambiaba, el dolor en el pecho de la dragona disminuía, intrigándola de sobremanera ante tal acto, provocando, inconscientemente, que acercara ligeramente su cuerpo más al de él. Definitivamente, aquel ser frente a ella podría hacerse pasar por un humano y serían relativamente escasos los detalles que lo delatarían como el ser sobrenatural que era.

-Veo que te causó algo de impacto que soy nieto de Lucifer, no tienes que ponerte así, para mí no es la gran cosa.

Justo cuando iba a responder a ello, una nueva presencia hizo acto de aparición en escena, no iba a negar que le había resultado sumamente molesto ya que la llave que podría liberarla de su maldición podría encontrarse a escasos centímetros de ella y un ser totalmente desconocido llega de repente a interrumpir... el deseo de liberar su forma híbrida fue inmenso, pero el extraño respeto que sentía hacia el demonio cercano a ella le impidió llevar a cabo tal acción.

-¿Quién es tu ama y qué es lo que desea de mí?—el tono de voz que utilizó fue tan suave y tan calmado y tenue, que era imposible de tomar como una amenaza o signo de advertencia.

La peliblanca noto que su llegada trajo tensionan no lo habia notado antes pero habia llegado en mal momento, pero como podria notarlo? Era una simple subordinada y cumpliria el encargo de su ama sin dudarlo, escucho las palabras de una molesta dragon por lo que cerro sus ojos un momento y luego los abrio. Miro al demonio un momento y luego nuevamente a la peliazul, aunque la joven habia sido sutil, la joven de cabellos blancos y mirada rojiza podia sentir los eflujos de energia

Seniorita, pido que no tome esa actitud hacia mi, solo soy una mensajera, y cumplo las ordenes de mi ama. Su nombre es Yuriko y es la diosa de la Muerte y actual guardiana de este portal y lo unico que ella desea es que les guie hacia la puerta verdadera, si gustan, ud y el joven Beleth.

Su pronunciacion y forma de hablar casi no eran problema ya, y los guiaria si la seguian, simplemente se quedo esperando por alguna respuesta

- Asi que este es el portal entre los mundos, la razon por la que varias criaturas estan apareciendo en la tierra - Comente caminando detras de ellos, saliendo de entre las sombras, Mis armas, Morningstar y Annointed, en mis manos, preparandome para un conflicto de ser necesario, el baston que usaba para caminar descanzando entre mi pantalon y mi cinturon, como la espada que habitaba en su interior. Deje que las sombras me dieran algo mas de su proteccion, su habilidad para esconder las cosas antes de revelarme por completo frente a los tres seres. Me sentia algo mal, pues me habia tomado tiempo el llegar a si quiera saber de la existencia de tal portal y mas el encontrarle, y he aqui dos seres habia llegado antes que yo. El varon, por alguna razon se me hacia conocido, aunque no recordaba por que.

- Guia el camino mensajera. - hable con tono frio cruzando mis brazos, mis pistolas aun en mis manos, una bajo mi brazo y la otra sobre. Mire a la criatura de cabellos blancos esperando su respuesta. Si acaso decidia no decirme por donde entrar, entonces tendria que usar otros metodos para encontrar la puerta. Pero esperaba que no tuviera que llegar a eso, y que pudiesemos avanzar sin tener que disparar ni una sola bala.

El brillo en metal de su mirada se opacó ante la presencia de un nuevo individuo, no podía verle ni olerle bien, su figura humana entorpecía totalmente sus verdaderos sentidos y, sin embargo, no le importó, seguramente por el hecho de que no lo consideraba peligroso ni mortal para su existencia, el aura de peligro era inminente, pero no alarmante. Tampoco le importó la actitud tan irritante que tenía el murciélago de cabello blanco, lo único que captaba totalmente su atención era el demonio a un lado de ella, estaría dispuesta a cruzar los 7 habernos del infierno con tal de dar a conocer su pregunta y que él le diera su respuesta.

-Beleth, espero y no te moleste mi respuesta, pero no me molestaría seguir tu camino por un tiempo, hay algo que deseo hablar contigo—sus ojos rondaron discretamente hacia sus otros dos acompañantes de manera rápida y discreta—...a solas, y no me perdonaría el perder la oportunidad de comunicártelo, por lo mismo, apoyaré la desición que tú tomes de ir a donde se te plazca, iré justo detrás de ti.

Sus palabras eran sinceras, había aplacado su ser con tal de demostrarlo. No sabía exactamente cuándo tendríla la oportunidad de charlar con Beleth, pero, de una u otra manera, sentía que no había razón para apresurar las cosas, a fin de cuentas, ya llevaba cargando con su maldición más de mil años, un par de minutos, horas, días, meses inclusive, no serían problema alguno para ella.

Siempre se le había llamado por el nombre de su línea sucesoria, Eiskalt, su nombre de pila se había reservado para ocasiones meramente personales y era algo que no cualquiera utilizaba, por supuesto que varios seres entre su raza lo conocían, pero no articulaban para nada. Meditó su respuesta unos segundos, pensando también el dejar bien en claro la muy probable malinterpretación del demonio para con sus palabras.

-Puedes llamarme Wind, después de todo, creo que terminaré debiéndote un favor muy grande—comenzó su charla mirando los ojos que fácilmente podrían hacerse pasar por los de un simple mortal—. Hay un sólo detalle que me perturba, y no lo expresaré en frente de nadie que no seas tú, al resto del mundo no le incumben mis asuntos—esto último fue más con aires de protegerse que nada, el tener enemigos no le proporcionaba ninguna ventaja—. Quiero aclarar también que te seguiré pero sólo como tu sombra, sin compromiso, sin deber alguno, sin ningún lazo que nos ate, ya que aún no tenemos ningún tipo de union entre nosotros—su mirada se clavó en los otros ojos de manera profunda—. Por el momento te diré que te necesito, muy probablemente tú no me necesites, pero podríamos llegar a un acuerdo mutuo que nos beneficiaria de manera notable a ambos—sonrió, sentía que podría llegar a algo verdaderamente util al fin—. Yo también detesto las traiciones—continuó su monólogo—, así que por problemas de deslealtad no tienes porque preocuparte... a menos que desconfíes y de ese modo, podríamos llegar a realizar el pacto que deseés, por mí no estaría mal.

Ya había colocado sus primeras cartas sobre la mesa, su camino estaba dando un vuelco inesperado y estaba colocando sus esperanzas en un demonio sumamente oscuro. Ella sabía que hacer tratos con el lado oscuro no era la mejor desición que podría realizar, pero un trato era un trato y el hecho de deshacerse de su parte maligna representaba algo de suma importancia para ella.

-Esperaré ese momento indicado que dices para hablar... he esperado mucho tiempo para algo como esto y esperar un poco más no representa problema alguno, Beleth.

- Asi es yo tambien me encuentro aqui, Wicked seed. - Avise, por fin reconociendo al ser que me habia identificado, el varon que habia visto hace unos dias en el cementerio junto a una criatura de luz. Seguia sin entender que sucedia pero no importaba, por ahora solo me concentraba en pasar a travez de aquel portal, e investigar que era lo que se encontraba del otro lado. De un rapido movimiento, regrese mis armas a mis costados, guardandoles para no apurar a nadie a una batalla, sin importar que al parecer la gran mayoria me habia ignorado.

"Que se le podra hacer, un Dragon y un demonio son mucho mas interesantes que un simple licantropo."

Mi mirada se poso en la sirvienta de la diosa del portal, mirandole directamente a sus ojos, dando los pasos necesarios para estar frente ella, mi estatura superandole con facilidad. Cruce mis brazos, mi rostro algo serio, pero sin enfado ni impaciencia, simplemente espectativo a las acciones de la peliblanca. -Estonces, podemos partir? - pregunte sencillamente, ningun otro contexto en mis palabras, enviando el simple mensaje de lo que decian - O es que acaso hay algun problema? -

La mirada de la peliblanca se fijo en el licantropo cuando se dispuso a hablar y luego en su cara se mostro una ligera mueca de desagrado, especialmente con la forma que se dirigio hacia ella, y la amenaza implicita que sentia de parte del pelinegro

Me amenaza Licano?? Cuide sus palabras.

Un bufido se escucho salir de los blanquecinos labios y volteo comenzando a caminar hacia Beleth aunque no dirigiendose especificamente hacia el, al llegar frente a el hizo una ligera reverencia y luego volvio a hablar

Joven Beleth, las palabras dichas por mi ama no son mentira, solo desea que los guie es todo, su pretension no es darle ordenes, con respecto al licano, no tengo ordenes de llevarlo a ningun lado pero supongo que...

Mirando nuevamente al licantropo que se encontraba alli callo un momento, con el ceño fruncido y volviendo la mirada al demonio volvio a hablar

De todas maneras como perro que es nos seguiria, sera el quien se arregle con ella luego...

Luego siguio de largo, caminando hacia adelante prosiguiendo su marcha, ya se dirigia hacia la puerta y los 3 presentes lo sabian, no aminoro la marcha, sabia que todos le seguirian, pues el portal muchas veces era cambiado de lugar por seguridad a que intrusos se atrevieran a siquiera pensar en cruzarlo

Supongo que esta de mas decirles que me sigan, asi que prosigamos rapidamente

Tras las palabras que había pronunciado el último individuo en aparecer, se dio cuenta de quién era, la voz resultó más familiar de lo que debería y en su mente vio al sujeto que llegó a invitarle un helado no hace nada de tiempo, bromearon, tuvieron una charla sumamente amena... además, ese peinado, pese a la oscuridad, era totalmente imposible de confundir u olvidar.

-Me parece mucha coincidencia que nos encontremos otra vez en otro lugar muy diferente a una simple plaza—comenté mientras caminábamos dirigienco mis palabras de manera inequívoca hacia el... hombre lobo, si, lo había escuchado, al fin sabía qué raza era, de haberse encontrado en su forma híbrida lo habría detectado de inmediato—. Hasta donde sé, no me seguiste... claro, no puedo fiarme de mis “maravillosos” sentidos de percepción—sarcasmo al final—. De igual modo, espero y sepas lo que haces.

Dio una rápida mirada al licántropo mientras andaba junto a Beleth, sus ojos sólo eran capaces de percibir sombras, algunas luces y escasos colores, lo suficiente como para mantener identificado todo a su alrededor sin grandes detalles. Al menos esperaba no tropezarse, caer en un agujero o algo similar.

Sonrei al ver que me reconocia, pues por un momento pense que habia olvidado quien era, y aunque podria sentirlo como un mal gesto, era algo que no podia evitarse, solia pasar usualmente cuando solo se ve una vez. Sin embargo el hecho de que me recordase, por alguna razon alegraba mi ser, - Doy mi palabra de que no le he seguido, solo han sido asares del destino los que nos han vuento a reunir aqui en la puerta entre mundos - dile sonriente, ignorando el insulto de la sirviente, aunque de no haberlo hecho una gran carcajada inundaria en esos momentos los pasillos, al parecer la sirvienta pensaba que llamarme perro era algo que me describia. Segui sus pasos, al igual que los del demonio el cual tambien habia conocido ya de antes. - Y no se preocupe por mi, como se lo dije ya antes, se cuidarme

La murcielago se movia rapidamente, aunque no tanto, simplemente mantenia una marcha constante aunque rapida, no queria que apareciera cualquier intruso porque a pesar de que sabia que ellos se podrian defender simplemente pasaria que se retrasarian yno le gustaria, era muy exasperante, especialmente porque ella no podria hacer nada contra ellos. Esos pensamientos rondaban su cabeza aunque no eran o no deberian estorbar su pensamiento, pero ya casi llegaban.

No los envio a llamar, segun tengo entendido todavia falta alguien no joven Beleth? bueno, eso creo... no lo se. solo me dijo que les guiara...

Al llegar ya a un prado cercano, ella hizo un movimiento con las manos y aparecio la hoz de su ama, y lo agito, produciendo un corte dimensional de espacio-tiempo, el cual en un momento se volvio un vortex.

Pueden pasar, yo sere la ultima

Solo miraba lo que el demonio decia y hacia, no prestaba atencion al licano pues no era alguien que considerara importante, luego que todos pasaran, la peliblanca simplemente cerro el portal, cuando los tres hubieron entrado, entrando juntamente con ellos, pero aun asi no sabia como responderia su ama ante la intromision de aquel que ni era dragon ni tampoco contaba con el poder suficiente para entrar alli, pero de todas maneras lo hecho ya estaba hecho y simplemente procederia de la misma manera.